APORTES Y PERSPECTIVAS

Vacaciones de invierno: dejar tiempo libre a los niños también vale

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Qué hacer con los chicos durante el receso invernal es «la» pregunta por estos días. Los padres se desviven por llenarle la agenda de planes, pero especialistas aseguran que dejar lugar al ocio es elemental.

Muchos padres se encuentran con el dilema de qué hacer durante las dos semanas de vacaciones de invierno para aprovechar al máximo el tiempo, fomentar un espacio en familia y darles algún gusto a los más chicos, pero siempre suelen aparecer momentos en los que no saben si lo que están haciendo está bien o mal.

Al parecer, y pese a todos los pronósticos, vacaciones no es sinónimo de jugar todo el día, también es importante descansar, que exista un equilibrio entre dormir y comer bien, tener actividades al aire libre, compartir con los amigos, jugar y también realizar actividades relacionadas con el colegio, como leer y escribir, con la finalidad de regresar a clases sin haber perdido el ritmo que ya han logrado en la primera mitad del año.

«Atender a las necesidades del niño, no dejar que te llegue el tiempo de receso encima, sino planearlo con algo de anticipación, comprender que, en realidad, estamos ante un receso y no precisamente vacaciones, con lo cual el chico no debería desconectarse totalmente de toda su rutina, algunas cuestiones domésticas deberían permanecer, como para que, luego, el retorno no sea tan costoso. Un receso es un momento que podemos utilizar para algo constructivo o algo pendiente, que justamente debería ser pensado en familia.

Es importante tener un tiempo libre de calidad. Esto es uno de los aspectos de la educación que en más ocasiones se olvida. La educación en el tiempo libre permite mejorar la calidad de vida de los niños y, a través de ella, prevenimos conductas relacionadas con la ansiedad, aislamiento, consumismo excesivo, etc. Es importante que los padres tengan en cuenta algunos aspectos relacionados con la educación en el tiempo libre para poder hacer frente a cuestiones relacionadas con esto.

En primer lugar se debe pensar el tiempo libre como un proceso creativo, no un elemento de consumo. «No todos los chicos tienen expectativas propias, muchas veces se las generan los propios padres. Los chicos sólo quieren jugar y divertirse, por eso, es importante no generar expectativas falsas en las cuales quedaremos atrapados los adultos», remarcó. Y destacó que en este punto es donde entra el tema de los límites y si los padres pueden o no establecerlos. Es que, según el especialista, «para que el chico tenga una guía de qué puede hacer y qué no, esto debe hacerse durante todo el año, es difícil querer implementarlo sólo en vacaciones».

En segundo lugar, las actividades de ocio deben actuar como estímulo, despertando el interés del niño y motivando determinadas actitudes. En muchas ocasiones, somos los padres quienes imponemos determinados juegos o actividades a nuestros hijos que, lejos de resultar interesantes para ellos, provocan desinterés. La actividad creativa y lúdica propicia el desarrollo cognitivo, afectivo y social.

Pautas a considerar a la hora de pensar un receso familiar:

– Programar el tiempo libre para jugar: los padres deben enseñar a los niños a organizar su tiempo libre. No se trata de planear milimétricamente el tiempo de ocio sino en ofrecer alternativas diferentes que sean apropiadas para que el niño pueda elegir. Se trata de que el niño a medida que vaya siendo mayor, vaya aprendiendo y estructurando con autonomía él mismo su tiempo libre.

– Proponer alternativas: además de ocupar todo el tiempo con juguetes, los padres deben ofrecer a sus hijos alternativas de ocio, como ir en bici a pasear, leer un libro, etc. Se trata de enseñarles a ocupar el tiempo de diversas formas. El ejemplo de los padres es clave.

– Jugar con ellos: a ellos les gusta jugar con sus padres, aunque no sean sus compañeros de juego habituales del colegio, es muy importante jugar con ellos entre los 3 y los 12 años principalmente. Esto ayuda mucho a crear el sentimiento de familia y a estrechar relaciones.

– Estar atentos y canalizar sus expectativas: evitar las falsas promesas que generen insatisfacción y usar la creatividad para generar actividades integradoras.

-Aburrirse: Hay que permitir que los niños se aburran, porque del aburrimiento surgen las mejores ideas.

-Desafíos: Organizar desafíos familiares como pensar juegos de mesa o elegir películas para ver juntos en familia.

– Encuentros: Promover encuentros con amigos y generar una rutina de juegos con la familia, juegos sencillos, juegos de mesa o de disfrute.

 

 -Acompañamiento: Estar con ellos, mirarlos, reírse juntos, preparar la merienda o el desayuno. Es importante aprender a simplemente estar.

 

-Todos juntos: Generar momentos de disfrute familia, jugando, contando historias divertidas de cuando ellos eran bebes, mirando sus fotos. Estos tiempos son constitucionales para los niños y para ellos es el lugar más seguro, educativo y divertido del mundo.

 

https://www.infobae.com/2015/07/25/1743952-vacaciones-invierno-dejar-tiempo-libre-los-ninos-tambien-vale